Noche cerrada y oscura…
En el bosque se adentra un hombre…
Hasta perderse en su espesura…
Buscando olvidar hasta su nombre…
Un rayo de luz se filtra…
A través de la enramada…
Algo que muchos aman…
El de la hermosa luna plateada…
Esa que ha sido testigo…
De amores y sortilegios…
Pero de lo primero…
Él jamás tendrá el privilegio…
La luna es compañera fiel…
De los amantes furtivos…
Para él es recuerdo cruel…
De la maldición que es cautivo…
Con su aparición en el cielo…
Comienza la transformación…
Pero el dolor de su cuerpo…
No iguala al de su corazón…
De su cuerpo adolorido…
Arranca sus ropas a tiras…
Y con salvaje aullido…
Deja salir toda su ira...
Muchas lunas pasadas…
Han visto esta transformación…
Pero ninguna de ellas…
Transformó su corazón…
Y ya no lo hará ninguna…
Porque sin precaución…
Hace ya mucho tiempo…
Al amor entregó el corazón…
Quizá fue una locura…
Falta de juicio sin par…
Pero ella con su ternura…
Le enseñó lo que era amar…
A pesar del sufrimiento…
En las noches de luna llena…
Ahora tiene un consuelo…
Que lo ayuda a aliviar su pena…
Tal vez por su maldición…
No podrá tener a su doncella…
Pero aún así su corazón…
Siempre le pertenecerá a ella…
(via mundopoesia)
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