Un corazón se parece a un niño pequeño; pero a la vez no tanto.

Sí, se parece a un niño que dice la verdad, dice lo que siente, así tan frágil, tan sensible, ingenuo, por eso muchas personas se aprovechan de él, les lees cuentos de hadas y son capaces de creerlos. No se fijan de las personas a quién aman, simplemente las aman, por su interior. Un corazón se parece a un niño, si es verdad, pero también tienen su parte opuesta, a los niños pequeños puedes manipularlos, decirles que hacer y que no, te hacen caso igual, tienen cómo héroe a su padre o como heroína a su madre; pero a un corazón no puedes manipularlo, ni decirle que hacer, él solamente se deja llevar por lo que siente y hace lo que siente, así salga mal herido, no le hace caso a tu razón, ni mucho menos cuando pides olvidar o no amar a tal persona, él no tiene como héroe a su padre o madre, él tiene cómo héroe a su amado. 

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