Lluvia de luces bañan mi cuerpo
invitándome al placer del dolor sin fin
contando en la madrugada las rosas
que habitan hoy en mi jardín.
Lágrimas salen de aquel niño cabizbajo
que aun yace como fantasma en mi interior
mirando con nostalgia los pasados juegos infantiles
que abandonados se oxidan con el tiempo.
Desear quisiera dejar el tiempo atrás
tocando suavemente el vaivén de algún mar
desconociendo la profundidad de sus dominios
y descansar junto a el sin tocar su reflejo.
Acaricio tu cabello cuando estamos juntos
y desnudos de tanta pureza en el alma
mientras los columpios de añorados recuerdos
se llenan de ramas secas que huyen
amenazados por la llama azul de lo oscuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario