Que cosas tan raras y extrañas existen en este mundo perverso en el cual me ha tocado vivir, en donde los débiles y diferentes le temen a lo que no entienden, y en donde ella, más hermosa que nunca parece ser inalcanzable para este pobre escritor.
Pero no hay tal, las cosas viven por la misma mano de los dioses y mueren por la mano del hombre, pero no todo es maligno por naturaleza como yo, existe ella, entonces la obscuridad que se encuentra a mi alrededor se pierde en un suspiro, cuando esa luz tan brillante que ella emite me toca, y ni la obscuridad eterna de la celestial e inmensa noche podría opacarla.
Eres donde la diosa más grande y poderosa posó su gran belleza y la ilusión lograda de reencarnar en una angelical joven. Soy donde el último de los ángeles con vida, después de la gran batalla puso su esperanza de sobrevivir y su amor a la poesía, ahora vive dentro de mi alma y ya no en mi corazón, porque aquí habita el más hermoso ser que existe y existirá por siempre y para siempre.
Cada vez que escucho el triste silencio de mi alma, comprendo que he muerto en una dulce palabra suya, entiendo al fin que la luz que veo en mi partida, es ella que brilla con tal fuerza que la obscuridad de mi alma casi muere. Obscuridad, no mueras por un destello suyo, vive para escribir y recitar por ella, que es lo que nos mueve a despertar y a escribir una vez más que aun existe la esperanza.
Escucho las palabras de un sabio, que dice que escribo mis tristezas, pero no conoce a este pobre ser, que su alegría eterna es conocerla…
Wow! Q interesante el poema.
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